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Ejemplar taxidermizado de Chajá (Chauna torquata).

Herbívoros

 

Stegomastodon. Siendo exclusivo del continente americano, el aspecto general y el tamaño de este animal era similar al de los elefantes actuales. Sin embargo, difieren en la morfología de sus molares. Al igual que los elefantes, los incisivos superiores (colmillos, defensas), son de crecimiento continuo, rectos o levemente curvados, con una banda de esmalte en las ejemplares jóvenes, que desaparece en los adultos.

Los primeros restos de Mastodontes hallados en la Argentina se hicieron a mediados del siglo XVIII, en las barrancas del río Carcarañá, Pcia. de Santa Fe, y fueron atribuidos a una antigua raza de gigantes. En 1766, la Revista de Buenos Aires publica un artículo que refiere la extracción de restos contenidos en dos sepulcros de gigantes en el río Arrecifes, Pcia. de Buenos Aires. Son observados por cirujanos que opinan bajo juramento que los huesos eran humanos. Sin embargo, en España los identifican correctamente, refiriéndolos a elefantes.

En Mercedes se han recuperado restos de Mastodonte en las proximidades de la localidad de García y del Tiro Federal.

Catagonus stenocephalus (pecarí). Dentro de los Tayassuídos o chanchos de monte, el género Catagonus incluye a los animales más grandes de América del Sur. Era un animal omnívoro, medía hasta unos 1,5 mt. de largo. El ejemplar exhibido del museo se halló en Arroyos Frías, Mercedes.

Hemiauchenia. Esta especie de camélido extinta medía 2,5 m. de altura, siendo el camélido más alto de los que habitaron Sudamérica. Era netamente corredor y estaba adaptado a zonas abiertas de pastizales. El cráneo expuesto procede del Arroyo Frías, Mercedes.

Morenelaphus brachyceros. Cérvido de tamaño similar al ciervo de los pantanos, los machos desarrollaron cuernos o estructuras para pelear o exhibirse, con una complejidad estructural que no se ha observado en ninguna especie de ciervos actuales sudamericanos. En el museo se exhibe una cornamenta de esta especie.

Macrauchenia. Los primeros restos fósiles de esta especie fueron descubiertos por Charles Darwin, en la provincia de Santa Cruz. Tenía el tamaño de un camello y su cráneo recuerda, para sus proporciones, al del caballo. Lo más llamativo de Macrauchenia son sus aberturas nasales, que se encuentran entre las órbitas oculares, lo que sugiere la existencia de una pequeña trompa como en los tapires. Toxodon sp. Tenía el tamaño de un rinoceronte. El mentón poseía forma de pala, y los incisivos superiores estaban muy arqueados, mientras que los inferiores eran muy achatados y daban a la parte anterior de la mandíbula el aspecto de una gigantesca espátula. De hábitos herbívoros, estaba adaptado a ambientes terrestres y posiblemente semiacuáticos. El museo exhibe extremidades y mandíbula de este ejemplar. Hallado en 1956 en Todd, Partido de Arrecifes, Buenos Aires.

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Vitrina de Herbívoros del museo. Izquierda, miembro y cráneo de Hemiauchenia. Centro-arriba, cornamenta y mandíbula de Morenelaphus. Centro-abajo, craneo y miembro de Catagonus. Abajo-Derecha, miembro y huella de Guanaco.

 

Trygodon sp. El museo cuenta en sus colecciones con un cráneo de esta especie, hallado en 1956 por Juan Arnaldo Pisano, ex Director del Museo, en el Acantilado Farola de Monte Hermoso, Costa Atlántica, en cercanías de Bahía Blanca (Buenos Aires), con una antigüedad de 2,8 a 3 millones de años. Hasta el momento uno de los más raros y escasos hallazgos de esta especie. Trygodon es un representante de la familia de los toxodontes, pero provisto de un enorme cuerno frontal, similar a los rinocerontes actuales.

 

Armadillos extintos. Los Gliptodontes fueron abundantes durante el Pleistoceno y algunas especies llegaron a sobrevivir hasta el Holoceno temprano. Estos animales poseían un caparazón muy fuerte, formado por la unión de placas óseas tetra, penta o hexagonales, con un espesor comprendido entre 1 y algo más de 5 centímetros en algunas especies. Las placas generalmente muestran una cara externa con ornamentación o relieve que varía mucho de un género a otro, y que constituye una guía para su clasificación.

La cabeza y la cola también estaban protegidas por un caparazón óseo. El caparazón dorsal estaba unido a la columna vertebral, por lo que tenía varias vértebras soldadas entre sí. Los Gliptodontes se dividen en varias subfamilias, cuyos tamaños oscilaban entre los 50 y 2.000 kilogramos.

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Ejemplar de Glyptodon  exhibido en el museo.

Eran capaces de erguirse en postura bípeda, tal vez para luchar con ejemplares de su misma especie, usaban la cola para golpearse. Evidencia de esto es la presencia de fracturas con los respectivos callos de curación en varios caparazones de Gliptodonte.

Dentro de los representantes de este grupo que exhibimos en nuestra sala se encuentran:  Glyptodon reticulatus, dos ejemplares, ambos hallados por una empresa constructora en Ruta 5 y Peaje de Mercedes, sobre el Arroyo Balta y rescatado por personal del Museo bajo la dirección de Jorge Petrocelli; y Neosclerocalyptus, hallado en 1984 en la intersección entre Ruta 41 y camino de tierra a San Andrés de Giles, Partido de Mercedes, Buenos Aires.

 

Perezosos terrestres. Dentro de este grupo de perezosos gigantes extintos, nuestro museo cuenta con dos ejemplares de Glossotherium. Estos animales tenían un tamaño mayor que el de un buey, desde el hocico hasta el extremo de la cola medía unos 3,50 metros. Eran herbívoros, su cuerpo estaba cubierto por un denso pelambre y embebidos en la piel se encontraban numerosos huesecillos (osteodermos), no mayores de 1 centímetro. Estos animales habitaron en la provincia de Buenos Aires hasta hace 8.500 años.

El primer ejemplar fue hallado en 1967/68 en el Río Luján, a la altura de la Estación García, Partido Mercedes. El segundo ejemplar, del cual hay un estudio científico en el que se publicó el primer registro de pelo fósil en perezosos terrestres, fue hallado en 2002 a la altura de Ruta 5 y Peaje de Mercedes, sobre el Arroyo Balta, uno en el año 2001 y el otro en 2002. Rescatado por personal del Museo bajo la dirección del entonces director del mismo, Jorge Petrocelli.

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Además, nuestro museo cuenta con otras especies del grupo. Por ejemplo, Lestodon, el cual medía aproximadamente 4 metros desde el hocico hasta el extremo de la cola. Este animal tenía muy desarrollados los primeros molares, parecían caninos y constituían fuertes defensas. Pesaba entre 3 y 4 toneladas. Otra especie que el museo alberga es Scelidotherium, quien medía unos 3,5 metros de largo. Tenía el cráneo pequeño, alargado y estrecho. Las manos tenían 5 dedos y llevaban fuertes garras en los dedos 2 y 3. Los pies tenían 3 dedos funcionales con garra sólo en el dedo 3. El ejemplar exhibido en el museo (cráneo, costillas, dientes) fue hallado en 1968 en la ciudad de Mercedes.

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Cráneo de Glossotherium con osículos óseos en su parte superior.

Biodiversidad          

La biodiversidad abarca a todos los seres vivos del planeta, está integrada por virus, bacterias, hongos, plantas, peces, anfibios, reptiles, mamíferos, aves, insectos, moluscos, corales, cetáceos, y seres humanos.

La sala cuenta con un diorama que representa ambientes de: llanura y pastizal, habitados por roedores cricétidos, zorros, comadrejas, gatos, serpientes, sapos, aves como lechuzas, pechos colorados, chimangos, perdices, chingolos, tijeretas, caranchos, calandrias, palomas, colibríes, tordos, entre otras; mulitas, lagartos, etc.

Y ambiente de ríos y lagunas, los cuales son abundantes en esta región, en ellos habitan diversas especies de garzas, patos, chajás, ratas, tortugas acuáticas, coipos, peces variados, entre otros.

También cuenta con una exhibición de moluscos de mar (gasterópodos); moluscos terrestres y de agua dulce; corales, estrellas de mar; bivalvos, una vértebra original de Ballena Franca Austral, y una vitrina de “insectos” variados de Argentina y Brasil.

Las colecciones fueron adquiridas por donaciones de particulares, del Museo de La Plata y por intercambio con la Universidad de Río Grande do Sul, Brasil.

Paleontología 

Los animales presentes en la Sala de Paleontología del Museo Municipal "Carlos Ameghino" pertenecen al período Cuaternario de la Era Cenozoica. La era se subdivide en dos épocas, Pleistoceno y Holoceno. El Pleistoceno comienza hace aproximadamente 2.000.000 de años y finaliza hace 10.000 años. Se caracteriza por una sucesión de eventos glaciares, en los que se produce un marcado descenso de las temperaturas globales y un avance de los hielos continentales, e interglaciares como el actual, con condiciones más benignas. El Holoceno (época actual) comienza hace 10.000 años.

La parte final del Pleistoceno y comienzos del Holoceno están marcados por la extinción de casi todos los grandes mamíferos herbívoros y de sus depredadores. Esta extinción abarcó todo el planeta, pero en Sudamérica alcanzó una mayor proporción (de aproximadamente 100 géneros de mamíferos extinguidos, unos 45 corresponden a Sudamérica). Las causas de esta extinción todavía están siendo estudiadas, aunque la mayor cause parece haber sido el cambio climático.

Entre las piezas más destacables, esta sala cuenta con:

Carnívoros

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Smilodon. El "tigre dientes de sable" era un félido de gran tamaño, provisto de enormes caninos superiores transformados en formidables defensas (llegando a medir hasta 30 cm.). Smilodon tenía aproximadamente el mismo peso y tamaño del león actual, sin embargo, sus proporciones corporales eran diferentes. Las extremidades posteriores eran más cortas y robustas, su cuello más largo y el lomo más corto. Era extremadamente peligroso, todo su cuerpo tenía una estructura poderosa y los músculos de los hombros y el cuello estaban dispuesto de tal manera que su enorme cabeza podía lanzarse hacia abajo con gran fuerza. Las mandíbulas se abrían formando un ángulo de 120 grados permitiendo que sus enormes caninos se pudieran clavar en sus víctimas.

   Se cree que Smilodon depredaba grandes animales, de movimientos lentos y piel gruesa. Es probable que les provocara heridas profundas en los costados y cuartos traseros y que esperara que murieran desangrados. El examen de los huesos que sustentan la lengua, permite afirmar que podía rugir como un león.

   En el Rancho La Brea (California) se pudieron recuperar más de mil esqueletos de Smilodon, observando en los huesos cicatrices de lesiones gravísimas. Esto permite inferir que tal vez hayan tenido una organización social similar a la de los leones, quienes alimentan y protegen a los miembros de su grupo que han sido heridos hasta que se recuperan.

   En las barrancas de un arroyo afluente del Luján, en la ciudad de Mercedes (Pcia. de Buenos Aires), se desenterró en 1992 un esqueleto casi completo de Smilodon. El fósil fue hallado por Javier Moleres, desde una canoa, quién comunicó inmediatamente su hallazgo a Jorge Petrocelli,

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Tigres dientes de Sable luchando. Ilustración: Sebastián Rozadilla.

director en ese momento del Museo Municipal de Ciencias Naturales "Carlos Ameghino", de Mercedes. Lo que llama la atención de este ejemplar es la presencia de un orificio de unos dos centímetros de diámetro en la parte superior del cráneo. Un estudio publicado recientemente reveló que fue la consecuencia de la pelea con otro animal de su misma especie, un aporte sumamente importante que arroja luz sobre el comportamiento de esta especie.

Arctotherium. Era un oso robusto, de gran tamaño, similar al oso pardo de Alaska. El cráneo tenía el hocico corto y con dientes que le favorecían la trituración de alimentos. Las patas y manos poseían fuertes garras curvadas que le habrían permitido trepar árboles, escarbar o agarrar las presas. Los machos pesarían unos 1200 kg., las hembras 600 kg. El museo cuenta en su exhibición con un fragmento de mandíbula, hallado en Salto, Buenos Aires.

Dusicyon avus. Canido de tamaño similar al zorro actual, medía unos 60 a 80 cm. de largo y 30 a 40 cm. de alto. Pesaba entre 8 y 10 kg. y era carnívoro. El esqueleto expuesto en el museo se halló en Arroyo Leguizamón, Mercedes.

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